miércoles, 20 de octubre de 2010

HISTORIA DE VALLEJERA

VALLEJERA está situada en el lado Oeste de la Provincia de Burgos, en la raya Palentina, sobre tierras pardas y onduladas, generosas en cereales, y antaño en vino; tierras que cierra la convergencia cercana primero de los ríos Arlanzón y Arlanza y luego de los ríos Pisuerga y Arlanza. Su nombre parece que se explica por dos elementos geográficos: Valle y Sieros o Sierea, nombre antiguo del arroyo que recoge las aguas del término y las lleva al Arlanzón y que dicen los filólogos que significa "yeso".

Hay que acudir a los años finales del siglo IX o muy a principios del X para señalar la fecha del nacimiento de VALLEJERA. No pudo ser antes de que se reconquistaran o repoblaran Castrojeriz y Palenzuela, los dos puntos fuertes y casi equidistantes propicios para defender la gran obra que operaba el joven Condado de Castilla. De hecho, VALLEJERA será encuadrada en el Alfoz de Palenzuela, pero sin que le alcance el fuero de la misma. Sin embargo, cuando la vida administrativa pase de los alfoces a las merindades, nuestra Villa, dependerá de Castrojeriz.


Establecido el poblamiento, con su torre de vigilancia y su iglesita con pórtico para el concejo, los pocos vecinos que allí se asentaron comenzaron a continuar su vida de campesinos y de pastores, más alguna artesanía que habían practicado en sus lugares de procedencia, situados seguramente al Norte de condado. Pasan casi 200 años desde su fundación cuando leemos en los pergaminos el nombre de VAL DE VALLELIERAS, donde se ve claramente el sentido geográfico del nombre de la Villa. Tal documento es del año 1079 y la donación de una iglesia dedicada a Santa María que se ofrece al monasterio de San Isidoro o Isidro de Dueñas que todavía hoy subsiste. La actual parroquia de VALLEJERA está hoy bajo la protección de San Juan Evangelista, lo que nos hace suponer que esa iglesia de Santa María era de propiedad particular, algo muy frecuente en aquellos tiempos.


Una de las fuentes de información más generosa para VALLEJERA femenino de San Salvador del Moral, que estuvo situado en actual término de Cordovilla (Palencia) a tres kilómetros y medio de Quintana del Puente, al Noroeste y cuya documentación comienza en el año 1068. Por ella sabemos que nuestra Villa tuvo su particular fuero, otorgado a la mitad del siglo XII, lo más tarde. Por él sabemos que tres hermanos, Gonzalo, Álvaro y Elvira, con autoridad suficiente sobre VALLEJERA, sitúan ésta en el régimen de behetría y eximen a los vecinos de la fonsadera (servicio de armas) y de la abnuda (de vigilancia). Si mantienen su obligación de dedicar a la hacienda estos hermanos un día al año para barbechar y otro para sembrar.


El mundo sigue rodado y parece que la hacienda o el interés del monasterio del Moral sigue creciendo: Dos papas, Inocencio IV y Alejandro IV ponen bajo su protección los bienes de dichas monjas e incluyen los que tienen en VALLEJERA, incluido el tercio de los diezmos (1247 y 1257). Al lado de la Villa comienza una magnífica mancha de encinas que llaman Monte de Buena Madre. Sus propietarios son once pueblos que no siempre se entienden al repartir sus productos. El rey Alfonso X ordena el amojonamiento de tal monte y así se hace en 1270, 13 de octubre, a VALLEJERA se le reconocen sus derechos y el primer mojón se marca entre Castrojeriz y VALLEJERA, junto al camino de Valdequintana que conduce de VALLEJERA a Fuente Encinas.


De 1278, once de septiembre, leemos un documento interesante: Los herederos del difunto Don Gonzalo Pérez venden a la abadesa y monasterio de San Salvador del Moral la divisa (hacienda) y derechos que los hombres hidalgos tienen o han de tener en los lugares de su naturaleza , incluidos vasallos solariegos.


Don Gonzalo era natural de VALLEJERA e hidalgo y sus herederos venden la divisa por el precio de 570 maravedises. El documento es pródigo en nombres: Nos cita a otros propietarios de la Villa como el monasterio premostratense de Villamedianilla y los vecinos García Ordóñez, García Ruiz, Gómez Diez, Martín Bermejo, Juan Ruiz, Diego Ruiz, Don Diego, Don Gil de la Fuente, Gonzalo Formigo, Doña Inés, Doña Mayor Alonso, Martín Velazquez, Doña María y García López. El fiador se llama Rui Pérez del Moral y algunos vecinos de VALLEJERA firman en las casillas de su orden social Así, como hidalgos aparecen Pedro Fernández, García González y Álvaro Gutiérrez de Quintana; como clérigos Don Domingo del Moral y Don Domingo Miguel y, como labradores, Aparicio Bárbara, Juan Mate y Pedro González.


Como puede apreciarse, VALLEJERA es una Villa perfectamente organizada, de acuerdo con la normativa social del siglo XIII. A mediados del siglo XIV, VALLEJERA anda en lenguas de algunas gentes por el lío amoroso con Doña María de Padilla que se traía el rey Don Pedro I. Las brutales pasiones de este rey complicaron la política de su remado y Doña María, por su belleza, se vio metida en el ojo del huracán. Hay una tradición que concede a la señora la naturaleza de VALLEJERA; ello es posible, aunque no haya testimonio explícito, pues los Padilla tenían bienes en la Villa, incluida casa fuerte que todavía se señala.


Cuando se confecciona el Libro de las Behetrías, precisamente al comienzo del remado de Don Pedro I, VALLEJERA (VALLIGERA escribe ) es mencionada en él, como Villa solariega de Juan García de Padilla (difunto) y de su esposa María González de Hinestrosa; también aparecen como solariegos sus hijos Diego y Mana. Ese Don Diego es el padre de Doña María Padilla, que tenía casa fuerte en VALLEJERA Los vecinos de ésta no pagaban al Rey mas impuestos que el de servicios y monedas; nunca los habían pagado. A los señores pagaban la infurción (impuesto de solares) que representaba para cada vecino 9 celemines de trigo y 18 de cebada.


VALLEJERA vivió en trabajo y paz en el marco de sus tradiciones patrióticas y religiosas.. Por ejemplo, cada año acudían los vecinos al monasterio del Moral a las rogativas por la cosecha. Allí se juntaban varios pueblos y fiesta y romería casi nunca concluían bien..


Quizá el vino alargaba las lenguas y las manos. Tuvo que intervenir la máxima autoridad, ordenando (23 de abril de 1499) que se fuese a las Letanías, paso sin armas, que no se consentían ni siquiera a los empleados del monasterio.


En la Edad Moderna, VALLEJERA entra como pueblo independiente y con población escasa (13 vecinos). En 1843, VALLEJERA pertenece al partido de Castrojeriz y sigue como Ayuntamiento con 113 habitantes. La parroquia sigue bajo la advocación de San Juan Evangelista; el altar mayor se instaló en 1765 y en él trabajaron buenos maestros como Mateo Cerezo, padre, y Juan de los Helgueros. De ese mismo siglo XVIII son los otros retablos.


En el pueblo funciona una escuela que cuesta al Concejo 30 fanegas de trigo al año. Se cosechan cereales y legumbres y el pueblo contribuye al Estado con 2.379 reales. En 1900, alcanza los 208 habitantes y en 1950, 225.


VALLEJERA se encara ante el nuevo milenio con deseos de seguir viviendo en la paz y el servicio a sus ideales de siempre. Esta solicitud de ESCUDO es una muestra de esa voluntad y para ello propongo a VI. el siguiente Diseño: Partido. Primero: Armas de Castilla acompañadas a los flancos de sendas padillas de plata. Segundo: En oro, encina frutada de oro terrazada y oveja pasante a su color. Al timbre, corona real cerrada.

Este ESCUDO respeta la tradición de VALLEJERA que antaño usó Como armas propias las de Castilla, tradición que respeta sus raíces netamente castellanas. Dos padillas que si no tuvieran su cuna en la Villa sí ejercieron en ella poder y autoridad. En el segundo , la encina y la oveja recuerdan la naturaleza campesina y ganadera de VALLEJERA cuyos vecinos lograron los frutos dorados de la laboriosidad y de la honradez en la pacífica sencillez de su vida.

Por cortesía de:

FRAY VALENTÍN DE LA CRUZ

CRONISTA OFICIAL DE LA PROVINCIA

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