viernes, 22 de octubre de 2010

LOS CANTONES


LOS CANTONES fue una revista que semestralmente y cuatrimestralmente se publicaba con el fin de dar información cultural y local de Vallejera.

La edición era a cargo de la Asociación de amigos de Vallejera.

Gracias a la colaboración del Ayuntamiento en especial a nuestro Alcalde Jose Antonio que nos ha facilitado todos los números de esta apreciada revista.

Por lo que hemos querido dedicar un apartado especifico en el menu del blog de Vallejera para esta revista tan querida por todos, que le hemos llamado como la revista “LOS CANTONES "

  1. REVISTA 11. REVISTA 21. REVISTA
  2. REVISTA 12. REVISTA 22. REVISTA
  3. REVISTA 13. REVISTA 23. REVISTA
  4. REVISTA 14. REVISTA 24. REVISTA
  5. REVISTA 15. REVISTA 25. REVISTA
  6. REVISTA 16. REVISTA 26. REVISTA
  7. REVISTA 17. REVISTA 27. REVISTA
  8. REVISTA 18. REVISTA 28. REVISTA
  9. REVISTA 19. REVISTA 29. REVISTA
  10. REVISTA 20. REVISTA 30. REVISTA















































Los Cantones Nº 15

(Septiembre a Diciembre 1993)



Vallejera hace 40 años.

Aquel domingo, último del mes de Febrero se rezó el rosario en la Iglesia como de costumbre a las 5 H. de la tarde y con las letanías en latín. Al sonar las campanas del Ángelus, los que estaban fuera dijeron "Ya tocan a salir". Y efectivamente momentos más tarde la chiquillería afluía, cual agua contenida de la presa resquebrajada, y se situaba a las puertas de la panera del finado señor Cástulo; no sin antes haber tomado la

merienda de sus casas. Algunos portaban pan untado con vino y azúcar. Otros pan y chocolate y los menos pan y chorizo.

Pronto dieron las 7 de la tarde, aún había claridad y se despachaban las entradas a las señoras que portaban silletes; ya que el citado local habilitado para ello carecía de butacas. Los bancos de la Iglesia sirvieron de asiento para los hombres.

Organizaban la función teatral la Asociación "Hijas de María" movimiento apostólico femenino en boga por aquel entonces. El objetivo era sacar fondos para un pendolilla bordada en oro, aún existente en la parroquia. El entonces señor cura párroco D. Dionisio aprobó e impulsó el mencionado teatro.

Y así, las apagadas las dos tenues bombillas de 15 bujías existentes en el "salón", envueltos en una atmósfera de expectación, quitados ya los abrigos y tabardos se hizo silencio, a la par que se abrían las cortinas de aquel improvisado escenario, donde en cada acto se lucieron colchas, lienzos y otras telas sacadas de los vetustos baúles del vecindario.

El argumento de la comedia, más bien dramático dio pie a que actuaran entorno a la docena de artistas: Adela, Lucía, Conchilla, etc... Como apuntadora estuvo Aurora Iglesias. Después Enedina Urbaneja en traje del más auténtico flamenco cantó y bailó sevillanas y rocieras: "La Virgen del Rocío como es tan alta". Con aplausos y aclamaciones concluyó el cante dando paso a un entremés cómico titulado "El Chepa" a

cargo de Clementina Urbaneja que arrancó las más sonoras y estrepitosas carcajadas del respetable público. Y como lo estaban pasando bien pidieron repetición a lo cual

gustosamente accedieron las artistas. La función concluyó a las 22'15 H. rifándose

al final una botella de coñac.

El precio de las entradas era de 3 pesetas para mayores y una para chicos.

Una noche fría con un cielo raso estrellado hizo retirar al vecindario a sus

casas, donde al calor de unas sopas de ajo castellanas continuaron las discusiones

sobre artistas y escenario.

Lidia Mínguez





Vallejera hace 25 años.

Otros vientos soplaban en Vallejera hace 25 años. Me refiero a que 15 años después de la mencionada obra teatral, ya se había construido un flamante salón de actos, anexo a la casa parroquial. Allí, durante seis años se proyectaron películas en blanco y negro los domingos por la tarde; últimamente habían llegado las dos primeras televisiones; así pues debido a la competencia de ambos medios audiovisuales la gente se había vuelto más exigente en la cuestión escénica. Sin embargo, los jóvenes/ muchos de ellos

estudiantes de los últimos años de Bachillerato o los primeros de carrera, se decidieron a hacer una velada navideña. Después de muchos ensayos y no menos enfados, por fin el día de Reyes se representó "El soldado de S. Marcial", ahora el grupo era mixto; en lugar de sevillanas y rocieras actuó la rondalla de los mismos jóvenes, interpretando

canciones de la tuna, pero con letra apropiada a las circunstancias y problemas del pueblo, tales como el arreglo de la carretera, la fuente, etc... Hubo un canto a tres voces: "Vamos a ultramar", algunos villancicos y el juguete cómico "La operación del riñón". Esta vez los precios oscilaron entre las 20 y 10 pesetas, parte de lo recaudado se entregó para necesidades parroquiales. Como en la anterior ocasión la gente acudió en masa y también de los pueblos vecinos.

C.P.F.





Vallejera hace 5 meses.

En esta ocasión no fue preciso calzar amadreñas o vestir tabardo puesto que la función teatral se celebró un Viernes 20 de Agosto a las 20 H., y eso no sólo porque no hubiera barro por las calles del pueblo sino porque las mismas se hallaban asfaltadas.

Bien está decir que durante los 25 pasados años la despoblación fue un hecho palpable y constante. De aquí que la mayor parte de los actores, hijos de los anteriores,

ya no figuraran como vecinos del pueblo. El grupo mixto infantil (de 9 a 14 años) teatralizó la obra "Zumo de guindas", como parte integrante de la semana cultural. El precio por entrada fue de 300 pesetas. La asistencia masiva.y de los pueblos vecinos, los artistas 12 más o menos. La recaudación se donó como ayuda a la parroquia.

Carlos Pecharromán Fuentes



¿Sabías que...?


En los meses de Octubre y

Noviembre del 93 se puso subterráneo y

tendido eléctrico.

Durante este año y hasta el día de

cerrarse esta edición (20,XII) fallecieron en

nuestro pueblo Salomón Román y Gerardo

González (D.E.P.).


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LOS CANTONES Nº 36

(Enero a Junio 2001)


1.- HOGARES INOLVIDABLES

Si por naturaleza el ser humano se halla constantemente preocupado, yo diría que tal preocupación es mayor cuanto más amplio es el abanico de personas o tareas de las que es responsable. También es cierto que los objetivos alcanzados, que fueron motivo de preocupación, se tornan en satisfacción cuando se consiguen, o uno se siente acompañado por otros en la consecución de esos logros.

Momentos difíciles y satisfactorios se han alternado en estos aproximadamente dos años que presido la Alcaldía de Vallejera. Reconozco que hay situaciones ininteligibles para los que no han ejercido este cargo: Incomprensión, falta de tacto y elocuencia respetuosa, nerviosismo en la exposición y planteamiento de los temas a tratar, etc.

Por eso, yo diría que debiéramos dar más importancia al planteamiento por escrito de las diversas cuestiones, dado el caso de que aquí quedan las palabras más medidas y exactas.

Entre los proyectos desarrollados en este período de Alcaldía cito entre otros: Pintura de puertas y ventanas de la Casa Consistorial, limpieza del patio interior de la misma, asfaltado de la calle Bajo Gallineros, instalación de fuentes nuevas, iluminación exterior de la Iglesia, colocación de la estrella de navidad, limpieza y acondicionamiento del Corral Concejo, arreglo de caminos rurales, estudio de la historia de nuestro pueblo y elaboración de nuestro propio escudo.

Entre los proyectos más probables a realizar durante el año en curso 2001 están: Ampliación en el extrarradio del alumbrado público, acondicionamiento con losas de piedra del atrio de la Iglesia, pavimentación de dos calles ( c/ Transversal Oriente y c/ Trasera Iglesia), acceder por medio de subvención a la confección de nuestra propia bandera.

Pero, tal vez hay algo preocupante para todos, es la despoblación. Cada vez es menor el número tanto de jóvenes como de mayores que visitan nuestro pueblo en fines de

semana o en vacaciones. Diseminados por distintos lugares de la geografía provincial y nacional, viven muchos paisanos que tuvieron su hogar en Vallejera durante sus primeros 25 años.

Busquemos entre todos fórmulas para que sus antiguos hogares sean inolvidables y de nuevo se tornen atractivos. Pues si es psicológicamente beneficioso que los residentes en Vallejera se tomen unos días de vacaciones fuera del pueblo, no lo es menos el que retornen a él sus antiguos habitantes. Así expresaba esta idea el poeta José Santos Chocano (1837) tras diez años de ausencia de su pueblo:




Hace ya diez años

que recorro el mundo.

¡He vivido poco!

¡Me he cansado mucho!

Quien vive deprisa no vive de veras,

quien no echa raíces no puede dar frutos.

Ser río que corre, ser nube que pasa,

sin dejar recuerdo ni rastro ninguno,

es triste, y más triste para quien se siente

nube en lo elevado, río en lo profundo.

Quisiera ser árbol mejor que ser ave,

quisiera ser leño mejor que ser humo;

y al viaje que cansa

prefiero el terruño;

la ciudad nativa con sus campesinos,

arcaicos balcones, portales vetustos

y calles estrechas, como si las casas

tampoco quisieran separarse mucho...

Estoy en la orilla

de un sendero abrupto.

Miro la serpiente de la carretera

que en cada montaña da vueltas a un nudo;

y entonces comprendo que el camino es largo,

que el terreno es brusco,

que la cuesta es ardua,

que el paisaje es mustio...,

¡Señor! ¡Ya me canso de viajar! ¡Ya siento

nostalgia, ya ansío descansar muy junto

de los míos ¡...Todos rodearán mi asiento

para que les diga mis penas y mis triunfos;

y yo, a la manera del que recogiera

un álbum de cromos, contaré con gusto

las mil y una noche de mis aventuras

y acabaré en esta frase de infortunio.

¡He vivido poco!

¡Me he cansado mucho!

José Antonio de los Mozos Balbás.

-Alcalde de Vallejera-




2.- LAS CIRCUNSTANCIAS MANDAN..


Nuestro querido patrón de Vallejera, San Juan Apóstol y Evangelista, solemnemente denominado por la Iglesia como "San Juan ante portan latinan," ha recibido desde tiempos inmemoriales el cariñoso apelativo de "Sanjuanillo."

Su festividad litúrgica corresponde al 27 de diciembre y en tal fecha se celebró su fiesta mayor, con música - baile durante tres días, desde no sabemos cuando, hasta finales del siglo XIX, época en que se trasladó al 6 de mayo.

Así mismo desconocemos las motivaciones que indujeron a nuestros antepasados al traslado de la mencionada fiesta; si bien podemos presuponer algunas: como el exceso de fiestas continuadas, es decir. Navidad, Sanjuanillo, Año Nuevo, etc.., o el que debido a las copiosas heladas y nevadas no se podía bailar al Santo en la procesión con la debida brillantez y holgura, como él se merecía, ataviados de capas, refajos y otras indumentarias invernales, calzando almadreñas, etc.

Para el 6 de mayo, aunque en nuestro pueblo la primavera es tarda, ya verdeaban los campos y, corderos, gallos y conejos estaban rollizos y dispuestos para las cazuelas. Continuó durante esta época la tradición de celebrar la festividad con 3 días de música- baile, con misa de 3 curas, visita al Campo Santo el día segundo, y la presencia de numerosos invitados; así como la asistencia de afanadas cocineras, que preparaban suculentas comidas en las casas de mayor alcurnia, a fin de que el ama pudiera estar libre y atender a los invitados. Pero, no es mi intención extenderme aquí en el aspecto litúrgico o gastronómico, sino centrarme en el título "Las circunstancias mandan..."

Eran durante este tiempo los responsables de traer los músicos, de su manutención, ubicación, etc., "los Quintos" de aquel año, también llamados "Mozos de Gaita". Conviene no pasar por alto que entre los años cuarenta al sesenta amenizó aquellos bailes la orquesta "Revientamozas", así conocida popularmente por su incansable baile tras baile.

Comenzaba el día al son de unas dianas floreadas, deteniéndose músicos y acompañamiento ante ciertas casas que en complicidad trocaban música por generosas dádivas.

Se ponía el baile público al terminar la Misa Mayor y procesión con el Santo. La procesión discurría por el pueblo. En ella tocaban y bailaban en honor del santo hasta cinco parejas, sólo de hombres.

Desde las 13 h. hasta las 15 h. se situaba la música, bien en el atrio de la iglesia, o en la era, hoy propiedad de J. Álvarez, junto a las bodegas, donde confiteros, almendreros, etc. situaban sus puestos, colocándose "el del bote" arrimado a la pared trasera del Campo Santo.

Por la tarde, tras el canto de vísperas, esto es, sobre las 18 h. recomenzaba la música en el mismo lugar hasta las 20,30 h. en que ya entre dos luces, una de ellas la de los carburos y con el cierzo soplando intensamente se trasladaba a la plaza frente a las

casas de Lidia y Crescenciano, hasta la hora de la cena y posteriormente hasta la 1,30 h. de la madrugada. Tengamos presente que hasta el final de los años 50 eran estos los únicos días de buen vestir, buen comer y mucho bailar para la inmensa mayoría.

El comienzo de los años sesenta, marca un cambio crucial. Debido a la emigración escasean los "Mozos de Gaita," se hace cargo de los músicos directamente el Ayuntamiento, reduciéndose a dos los días festivos.

Por otra parte, ya han hecho su aparición las discotecas, una amplia gama de restaurantes y un no menos amplio surtido de tiendas de ropa de moda. Ya no es preciso esperar a "Sanjuanillo" para bailar, comprarse ropa nueva, o comer bien.

En un intento de "salvar el acompañamiento," captando a los domingueros, hacia el año 68 se traslada la fiesta al primer fin de semana de mayo. Pero la despoblación es un hecho irreversible por lo que en otro intento de salvar el "quórum" se traslada al

primer sábado de agosto, era a finales de los años 80. Todavía en este tiempo se hacen algunas actividades culturales y recreativas complementarias, entre ellas la entrega de metopas a los mayores (año 93) y otros juegos infantiles, o la maravillosa exposición de objetos antiguos del año 98, un ejemplo en pequeño de las "Edades del Hombre" en Vallejera.

La orquesta se ha tomado electrónica aproximadamente a partir del año 1975 y los gastos son mayores,'el personal sigue disminuyendo, de aquí que se reduzca hacia el año 96 a un solo día de música - baile.

Como puede apreciarse la cuestión de la orquesta electrónica no es nueva, sino que viene implacablemente empujada por las circunstancias. El malestar social es inocultable a este respecto y ha llegado el momento en este primer año del

segundo milenio de dar carpetazo definitivo a la mencionada orquesta electrónica.

¡Basta ya de orquestra electrónica!

No es preciso estar en posesión de un cerebro privilegiado, cultura de la buena, escritura brillante, pensamiento inteligible, capacidad expresiva, para darse cuenta de que la orquesta electrónica de "Sanjuanillo" sobra. Aquella consume una parte

sustancial del presupuesto anual del municipio. ¿A quién o a quienes beneficia tal despilfarro? ¿Quién o quienes son los responsables de un gasto tan superfluo?

¿Por qué no se hace justicia a esos 50 empadronados en nuestro pueblo y se les pide opinión? ¿Existen complicidades disfrazadas bajo capa de extraños valores supuestamente tradicionales de que "siempre ha sido así"?

¿Qué diríamos de una familia que disponiendo apenas de unos escasos fondos para financiar su economía diaria se gastaran en una juerga mal disfrutada el 50% de su presupuesto anual?

No se trata de suprimir el baile, sino la orquesta electrónica; ni tampoco de implantar "forzosamente" un baile orquestado por un tocadiscos, que por supuesto no acarrearía más participantes de los que hay, sino de eliminar conciencias de culpabilidad ante la

supresión de algo que en absoluto beneficia al pueblo.

Frente a ese despilfarro de la orquesta electrónica, de su fugacidad, es preciso un golpe de timón en el que con serenidad, pero a la vez con enorme entusiasmo se conciba la fiesta de "Sanjuanillo" como el colofón de unos proyectos ambiciosos diseñados a la medida de nuestro municipio. Proyectos innovadores, pensando en poner en valor "el municipio de toda la gente," en especial de los jubilados que merecen todo respeto,

proyectos que dejen marcas definitivas que permanezcan a lo largo de muchos años.

Para ello es preciso la responsabilidad y la colaboración ciudadana, prueba de su sensibilidad cívica y artístico - cultural. El cambio es necesario y aunque, lo mismo que sucede con las personas de 70 años que no se las puede tomar de 17, las sociedades pueden disfrutar con bailes y diversiones ajustados a sus posibilidades. El querer mantener la orquesta electrónica equivaldría a carecer de sentido de justicia y capacidad de liderazgo para tomar la iniciativa, incluso a los pueblos vecinos, equivaldría a relegamos una vez más a nuestro tradicional papel de retrasados. En ese caso, tal vez se nos podría aplicar aquella frase de un afamado economista de nuestros días: "Es propio de cerebros vacíos el suplir la falta de fantasía con gastos millonarios inútiles."

Nicolás Álvarez Diez.

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