Las bodegas: Un legado de la época medieval
en Castilla, pequeñas catedrales Castellanas.
Vallejera es una villa enclavada en Castilla y León en la provincia de
Burgos, posee numerosas bodegas
subterráneas. Ubicadas en la laderas de un pequeño cerro situado al lado del
pueblo cerca de la Iglesias. Su construcción data de la Edad Media y su auge
llegó durante el fin de la Edad Moderna, en el siglo XVIII.
Excavadas en la tierra, por lo general cuentan con una o dos
naves, si se destinaban a la producción familiar de vino y a la vez servían de
merendero pues se solía edificar sotechados o prolongaciones de la entrada a
las bodegas con el fin de poder tener un
lugar donde generalmente merendar o tomar un trozo de queso, chorizo etc.
creando tertulias muy de aquella época, algo que ahora se echa mucho de menos,
los jóvenes también las utilizaban en los días festivos pues al no existir
coches para desplazarse fácilmente.
Llama
la atención el paisaje que ofrecen, ya que cada una de ellas cuenta con una
zarcera o también llamadas luceras (chimenea en lenguaje coloquial), cuya
principal función es proporcionar a las bodegas ventilación para que éstas no
tengan humedad y no se hundan, aunque en la actualidad también se usan como
salida de humos de las hogueras que se hacen en su interior para proporcionar
calor o hacer parrilladas.
Algo
llamativo de las bodegas subterráneas es la temperatura que albergan en su
interior, que suele ser de 13º ó 15º C tanto en invierno como en verano,
dependiendo de la profundidad que tengan. Por este motivo son ideales para la
conservación del vino.
No
todas las bodegas de la villa se dedican a la producción y almacenamiento de
cubas de vino, también se almacenaban variados alimentos como patatas para el
consumo del año y en verano frutas como la sandía, melones etc , que lo
mantenía fresco pues al no existir los frigoríficos
era la mejor forma de conservación. Muchas se han convertido en bonitos
merenderos, conservando su figura arquitectónica y rehabilitándose porque el
paso de los años y las lluvias tienen en muchas ocasiones un efecto devastador.
Aunque cualquier época del año es buena, una ocasión señalada
para hacer turismo por las bodegas de Vallejera es el mes de agosto, cuando se
celebran sus fiestas mayores en
honor a San Juanillo, momento en que los Vallejeranos abren sus bodegas s con el fin de celebrar
con un vino las fiestas.
Las bodegas son siempre el lugar perfecto para
disfrutar de una parrillada acompañada con un buen vino y una buena compañía.
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